Autoras: Evelín Perdomo-Sánchez , Alicia Ojeda-González y Nidia Amador-Domínguez
Resumen
El objetivo de esta investigación fue analizar los procedimientos lingüísticos (préstamo, calco, composición, derivación, creación, lexicalización, metáfora y metonimia) y los fenómenos de sinonimia, polisemia y homonimia, que intervienen en la conformación del léxico especializado de la Informática. Se realizó una revisión bibliográfica y se eligió una muestra léxica, que se validó a partir de las entradas de la vigesimotercera edición del Diccionario de la Real Academia Española. El estudio se realizó en sincronía, ya que se consideró la lengua en su aspecto estático; sin embargo, debido a la movilidad terminológica del subconjunto lingüístico, se identificó las etimologías en los casos en que fue necesario precisar el mecanismo de formación léxica. También se analizó determinados aspectos sociolingüísticos y pragmáticos relacionados con las creaciones neológicas que integran la muestra. Se concluye que el léxico especializado de la Informática conforma un vocabulario estructurado por voces técnicas y expresiones provenientes de la lengua general o común, el cual se adquirió, fundamentalmente, mediante el préstamo y el calco.
Palabras clave: léxico, procedimiento lingüístico, vocabulario
INTRODUCCIÓN
A principio de los años treinta del siglo xix, el ingeniero austríaco Eugen Wüster (1898-1977) aplicó un método sistemático en los estudios de terminología científica y lenguajes de especialidad (que se ubica en zona fronteriza entre la lingüística, la lógica, la ontología, la Informática y las diferentes especialidades), con el propósito de asegurar la monosemia absoluta (eineindeutigkeit) en la comunicación profesional, sobre todo en el plano internacional. Sin embargo, la pluralidad de denominaciones relativas a la ciencia ha sido analizada por disímiles lingüistas.
Para Wüster, la terminología se centra en el estudio de los términos a partir del concepto que expresan, así como en el análisis de sus relaciones. Este enfoque del concepto al término es onomasiológico[1], en contraste con el enfoque semasiológico[2] (del término al concepto) de la lexicología, la cual no concibe el significado si este no se vincula a la palabra.
La lexicología admite la polisemia y la sinonimia, defiende la libre evolución de las lenguas y se opone a la normalización, ya que esta conllevaría al empobrecimiento del idioma. Además, estudia el comportamiento gramatical y contextual de las unidades, a partir de hipótesis teóricas que se refutan o validad mediante análisis de muestras (no necesariamente representativas) de producciones de los hablantes (Cabré, 1993; González, 2005).
Por otra parte, los vocabularios de especialidad (lenguajes especializados, lenguas de especialidad o lenguajes para fines –o con propósitos– específicos) son subconjuntos de carácter lingüístico y funcional de la lengua general o común, que surgen para cubrir los vacíos denominativos en diferentes ámbitos de la sociedad (Sager, Dungworth y McDonald, 1980; Cabré, 1993; Martínez, 2008; Edo, 2012). Estos lenguajes presentan algunas características pragmáticas que determinan los elementos específicos del proceso de comunicación, tales como: el tema (conocimiento especializado), los usuarios (emisores o productores con una formación especial adquirida de forma consciente), la situación y la función comunicativa (determinan la perspectiva desde la que se conceptualiza y transmite el conocimiento especializado).
En los vocabularios de especialidad, en general, y de forma llamativa en los de la ciencia y la tecnología, sobresale el inventario léxico como componente diferenciador, debido a la necesidad de cada disciplina de poseer una terminología propia y estable, que rechace la sinonimia y se base, fundamentalmente, en formaciones sintácticas y en composiciones cultas. Las palabras que integran estos vocabularios se denominan neónimos, neologismos terminológicos (Cabré, 1993) o tecnolectos –como mismo se habla de dialecto o sociolecto– (Alpízar, 1995).
Teniendo en cuenta lo planteado anteriormente, se realizó una investigación descriptiva, con el objetivo de analizar los procedimientos lingüísticos (préstamo, calco, composición, derivación, creación, lexicalización, metáfora y metonimia) y los fenómenos de sinonimia, polisemia y homonimia, que intervienen en la conformación del léxico especializado de la Informática.
METODOLOGÍA
Para la elaboración de la muestra léxica del estudio, se consultó varios materiales lexicográficos, artículos de Internet y revistas de ciencia y técnica publicadas en Cuba (Revista Cubana de Ciencias Informáticas, Revista Cubana de Informática Médica, Giga, Juventud Técnica y punto cu), con el propósito de constatar la variedad terminológica del lenguaje especializado de la Informática y seleccionar algunos vocablos que aparecieran definidos y/o citados en las publicaciones. Una vez elegidos los términos, se procedió a su validación a partir de las entradas de la vigesimotercera edición del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE).
A continuación, los neónimos se clasificaron según el recurso utilizado para su formación. En este sentido, se comprobó que en el surgimiento de las unidades terminológicas intervienen, básicamente, los mismos procedimientos de formación de los neologismos léxicos de la lengua general o común.
Mecanismos de formación léxica
Préstamo. El idioma español es una lengua románica que se extendió en España desde el siglo iii a.C. Este sustrato ibérico, denominado léxico heredado o patrimonial, se ha enriquecido a través de la incorporación de algunas palabras procedentes de otras lenguas, consideradas extranjerismos, los que se pueden clasificar en crudos o adaptados.
Los extranjerismos crudos o no adaptados son aquellos que se utilizan con la grafía y la pronunciación que poseen en su lengua de origen, por lo cual no se ajustan al sistema fonológico ni ortográfico del español, y se deben escribir en cursiva; mientras que los extranjerismos adaptados son los que han experimentado ciertas variaciones formales con el fin de adecuarse al sistema fonológico, ortográfico y morfológico del español.
La inclusión de un préstamo lingüístico puede suponer una modificación en la grafía o en la fonética (escáner, del inglés scanner). Mientras que el calco[3] es la traducción de la palabra o locución extranjera (ingl. cartridge>esp. cartucho).
Calco. Según el DRAE, el calco es la adopción del contenido semántico de una palabra o expresión extranjera, traduciendo su significado mediante unidades lingüísticas propias de la lengua de recepción (banco o base de datos es un calco del inglés data bank). De igual forma se hace alusión al calco semántico, que no es más que la adopción de un significado extranjero para una palabra ya existente en una lengua (ratón, en su acepción ‘aparato manual conectado a un ordenador’, es calco semántico del inglés mouse); lo que ocurre es la traducción por parte de una lengua A de una palabra simple o compuesta de otra lengua B, mediante un término simple o compuesto formado por palabras ya existentes en A. Es la imitación de su significado y no de su entidad fonética.
Derivación. Según Carreter (1953), la derivación es un procedimiento de formación de una palabra nueva, mediante la adición, la supresión o el intercambio de sufijos; sin embargo, en la Nueva gramática de la lengua española (RAE, 2009), el concepto de derivación se refiere a los procedimientos de formación de palabras por medio de afijos (ya sean prefijos, sufijos o interfijos).
Composición. El proceso morfológico conocido como composición permite la admisión de elementos lexicales, a partir de la unión de dos o más lexemas, que pertenecen a diferentes categorías de palabras.
Creación. El mecanismo de la creación es otro de los que favorece el enriquecimiento léxico del lenguaje especializado que se analiza en la investigación. En este caso, la voz creada no es el resultado de asociaciones metafóricas o metonímicas ni surge a partir de la derivación o la composición. Las creaciones pueden ser ‘vocablos que imitan o recrean el sonido de la cosa o la acción nombrada’ (onomatopeya) o una forma de reducir expresiones más extensas mediante las siglas y los acortamientos.
La sigla es una unidad de reducción constituida por el conjunto de letras iniciales de una secuencia sintáctica, cuya pronunciación puede ser alfabética, silábica o ambas. A través de este mecanismo, que favorece la economía del lenguaje, se acorta gráfica y fonéticamente una expresión compleja.
En la actualidad, no hay consenso en cuanto a la definición de las distintas formas de reducción léxica, ya que cada especialista presenta su propia propuesta en lo relativo al fenómeno de la siglación. En este sentido, Giraldo (2008) consideró que el acrónimo puede ser un tipo de sigla que se pronuncia silábicamente, o la combinación de segmentos de un sintagma desarrollado.
Lexicalización. El proceso denominado lexicalización convierte un conjunto sintagmático en un elemento lingüístico que funciona como una sola palabra (Carreter, 1953). Por tanto, las lexicalizaciones son indivisibles desde el punto de vista semántico y funcional, ya que su sentido generalmente excede el significado de cada uno de los vocablos que la integran.
Metáfora. (Del latín metaphŏra, y este del griego μεταφορά, traslación). Una de las causas más frecuentes del cambio semántico de las formas léxicas, en la que se aplica una palabra o una expresión a un objeto o a un concepto, al cual no denota literalmente, con el fin de sugerir una comparación (con otro objeto o concepto) y facilitar su comprensión (DRAE).
Metonimia. (Del latín metonymĭa, y este del griego μετωνυμία). Otra de las causas más frecuentes del cambio de significado, que consiste en designar una cosa con el nombre de otra, a partir de las siguientes relaciones: a) causa a efecto; b) continente a contenido; c) lugar de procedencia a cosa que de allí procede; d) materia a objeto; e) signo a cosa significada; f) abstracto a concreto, genérico a específico, etc. (Carreter, 1953). Este procedimiento no revela relaciones nuevas a partir de la semejanza de sentidos, como ocurre en la metáfora; sino que implica asociaciones motivadas por la contigüidad de sentidos.
Los fenómenos de sinonimia, polisemia y homonimia
Tanto en los vocabularios de especialidad como en la lengua general, la polisemia (variación semántica) se produce, en la mayoría de los casos, por extensión del significado mediante el proceso de analogía. De esta forma, se le añaden acepciones al significado tradicional y una misma forma gráfica puede designar dos o más conceptos, lo que teóricamente pudiera traer consigo ambigüedad y confusión. Sin embargo, por muchos que sean los significados que tenga una palabra en el diccionario, no habrá confusión alguna si solo uno de ellos puede tener sentido en una situación dada (Ullmann, 1967).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El léxico informático, empleado por los profesionales en diversas ramas y por los usuarios de las nuevas tecnologías computacionales, conforma un vocabulario de especialidad estructurado por voces técnicas y expresiones provenientes de la lengua general o común.
Asimismo, en todo acto de comunicación están presentes los recursos (orales o escritos) del lenguaje, así como los aspectos extralingüísticos y pragmáticos (la temática, los interlocutores, la situación comunicativa, la intención, el contexto, el tipo de intercambio, etc.), que determinan si el discurso es general o especializado. No obstante, debido a que los vocabularios de especialidad están en relación de intersección tanto entre sí como con respecto a la lengua general, constantemente ocurre un movimiento conceptual y una trasferencia de unidades terminológicas.
Todos los hablantes de una comunidad lingüística dominan un conjunto limitado de reglas y unidades que constituyen la lengua general o común, ya que es imposible que conozcan todas las palabras que conforman el lenguaje. Los términos –unidades de forma y contenido asociados casi siempre a disciplinas y actividades profesionales– son un subcomponente del nivel léxico y, por tanto, pueden formar parte de la competencia de los hablantes. Sin embargo, los que pertenecen a materias especializadas y poseen un alto nivel de abstracción son del dominio de un público restringido, lo cual no presupone que aparezcan solo en una situación comunicativa específica, preferentemente formal.
Durante la construcción del discurso, tanto los términos como las palabras del léxico común se relacionan con las unidades de los otros niveles de la lengua, por lo cual se produce un intercambio de expresiones que se emplean con disímiles propósitos, en situaciones formales e informales. En este sentido, resulta difícil establecer una distinción entre palabra y término, ya que los rasgos léxicos, morfológicos o sintácticos no son suficientes para diferenciar ambas unidades.
A partir de la muestra obtenida fueron analizados y ejemplificados los mecanismos lingüísticos que permiten la admisión de nuevas unidades léxicas en el vocabulario informático. De dichos procedimientos, el préstamo y el calco fueron las fuentes principales de adquisición de expresiones dentro de la terminología informática.
En la adaptación de voces extranjeras, donde aparecen los dígrafos ck y cq –no pertenecientes al sistema gráfico del español–, se aboga por la utilización de grafías propias del sistema de la lengua española para representar el fonema /k/: ingl. block > esp. bloc[4]. Sin embargo, en el contexto de las computadoras pueden alternar tanto el block como el bloc. Algo similar ocurre con el clic y el click, este último se asocia –preferentemente– al mundo informático y en español sería un préstamo de la voz onomatopéyica inglesa. En el caso del dígrafo sh, se considera extranjerismo crudo la palabra que lo incluye, por tanto, se debe escribir en cursiva: flash.
Con respecto a los préstamos de otros idiomas que contengan dos consonantes iguales en su grafía originaria, estas se reducen a una sola, pues el español no acepta la duplicación de fonemas consonánticos si no tiene reflejo en la pronunciación: ingl. scanner > esp. escáner. En este ejemplo se aprecia, además, la adaptación de un término con la adición de la e inicial de apoyo. En ocasiones solo añadir una tilde constituye una adaptación, como en módem (del ingl. modem).
En el vocabulario de especialidad objeto de estudio se consideran préstamos crudos o no adaptados los anglicismos: input, software, hardware, drivers, cookie, e-mail[5], link, mouse, firewall, hyperlink, motherboard, speakers, display, browser, delete y quit; así como las siglas: CD ([C]ompact [D]isc), CD-ROM (CD-[R]ead [O]nly [M]emory), BIOS ([B]asic [I]nput/ [O]utput [S]ystem), USB ([U]niversal [S]erial [B]us), bit (Del ingl. bit, acrón. de binary digit, dígito binario), KB (kilobyte), MB (megabyte), GB (gigabyte), TB (terabyte) y PB (petabyte). Estas unidades están compuestas por la voz inglesa byte y los prefijos kilo- (Del gr. χίλιοι), mega- (Del gr. μεγα-), giga- (Del lat. gigas, -antis), tera- (Del gr. τέρας, prodigio, monstruo) y peta-. (De penta-, por analogía con la correspondencia entre tetra- y tera-)[6]. También se consideran préstamos los términos Softlex DATA (formado por el anglicismo soft más los latinismos lex y data) y demo[7] (del inglés demo, acortamiento de demonstration).
Esta proliferación de anglicismo demuestra que los lenguajes de programación y la interfaz de muchos programas tienen como soporte el inglés; sin embargo, algunas palabras reconocidas internacionalmente han arribado al español a través de una lengua moderna que ha fungido como puente. Tal es el caso de del término cibernética, el cual proviene del francés cybernétique, este del inglés cybernetics, y este del griego κυβερνητική (arte de gobernar una nave).
Los calcos identificados en el corpus léxico fueron: alta fidelidad (high ligth), ancho de banda (bandwidth), lista de correo (mailing list), tarjeta de sonido (soundcard), adjunto (attachment), contraseña (password), programa espía (spyware), arrastrar y soltar (drag and drop), descargar (download), cargar (load), cortar (cut), copiar (copy), pegar (paste), quemar (burn), subir (upload), disco duro (hard disk), teclado (keyboard)[8] y reenviar (forward).
También se analizó los calcos aplicación[9] y cortafuegos[10] (firewall). El primero se utiliza como una alternativa adecuada para referirse a app (acortamiento del inglés application); mientras que el segundo (calco semántico) es una voz compuesta por dos palabras que pertenecen a categorías diferentes: la forma verbal corta y el sustantivo fuegos. En inglés, firewall (‘muro o pared de fuego’) es un término que se utiliza en arquitectura para referirse a una pared de grueso competente que se eleva con el fin de evitar que el fuego se comunique de un lugar a otro; mientras que, en Informática, se le confirió a esta unidad léxica otro significado con el que comparte cierta relación de analogía, pues un firewall o cortafuegos es un programa o computadora que impide el acceso no autorizado desde Internet.
Asimismo, cuando se hace mención a la memoria en computación, el término remite al inglés memory[11], para referirse al espacio de trabajo de la computadora o a otras clases como la memoria caché (del inglés cache memory < fr. Memoire cachée), la memoria RAM y la memoria ROM. En los dos últimos ejemplos se ha traducido el sustantivo y no las siglas (RAM: [R]andom [A]ccess [M]emory, ROM: [R]ead [O]nly [M]emory). La memoria Flash, –término acuñado por Toshiba por su capacidad para borrarse ‘en un flash’ (instante)– es de tipo no volátil, metáfora que sugiere que la información no se pierde en cuanto la computadora se desconecta de la corriente.
Igualmente, existen ejemplos en los que se mantiene la posición prenominal del adjetivo, típica del inglés: lenguaje de alto nivel (high-level language), lenguaje de bajo nivel (lowlevel language), monitor de baja radiación (low radiation monitor) y color de alta densidad (high-color); así como traducciones que pueden estar condicionadas por la similitud del significante del término original y alguno del español, como ocurre en el caso de remove[12]: remover, retirar, quitar o sacar. La primera de estas traducciones no es la más correcta; sin embargo, optar por borrar o desechar puede causar confusión, ya que en ejemplos como remove the disk no se trata de borrar el disco; sino de quitarlo, retirarlo, equivalentes más acordes con la traducción.
Otro de los términos más difundidos en este medio es Internet, préstamo del inglés que designa la interconexión universal de redes informáticas a través de una computadora especial por cada red, conocida como gateway. En español, para hacer alusión a este término, cuyo significado es ‘entrada que puede ser cerrada por una puerta’, se recurre a los calcos pasarela, portal y compuerta y a la lexicalización puerta de enlace, los cuales adquieren una nueva acepción en el ámbito de las computadoras.
A finales de 1989, el informático británico Timothy Berners-Lee desarrolló la World Wide Web (WWW), un sistema de hipertexto, calco del inglés hypertex, que favoreció el vertiginoso desarrollo de Internet y que ha llegado a confundirse con la propia red. Sus páginas o sitios, calco del inglés site, son identificadas por un sistema unificado de identificación de recursos en la red, conocido como URL[13] ([U]niversal [R]esource [L]ocator) que se debe escribir en la celda dispuesta para este fin en el browser.
Las aplicaciones que permiten al usuario acceder y visualizar las páginas web se denominan en inglés browser. El origen de estos programas data del siglo xx, cuando en el año 1993, auspiciado por el Centro Nacional de Aplicaciones de Supercomputación de la Universidad de Illinois de Estados Unidos, Marc Andreesen crea Mosaic, el primer browser que permite manejar imágenes y recursos multimedios.
El verbo to browse proviene de una antigua palabra francesa cuyo significado es ‘brote de una planta’. En sus inicios se utilizaba con el sentido de mordisquear, pero luego mudó de acepción y pasó a significar ‘echar una ojeada’ u ‘hojear’. Si se tiene en cuenta que Internet es una interconexión de redes informáticas compuesta por páginas, parece racional que un programa permita hojearlas, acción análoga que se realiza con las páginas que conforman un libro. De esta manera, surgió en inglés –y pronto en español– un sustantivo que suple una ausencia léxica en el área de la Informática. Este término se emplea indistintamente en el mundo hispanohablante, ya que algunos optan por el préstamo; mientras que otros prefieren el calco y los correspondientes sinónimos, navegador[14], explorador[15]. Estos sustantivos –recogidos en el DRAE sin sus correspondientes significados en Informática– surgieron motivados metafóricamente por el nombre comercial de los programas que se ofertan en el mercado. Por tal motivo, se habla de navegar y de explorar, cuando con el Netscape Navigator o el Internet Explorer se accede a la «red de redes», «la Web» o la «autopista de la información», calco del inglés Information Highway.
Los navegadores utilizan el protocolo[16] http ([H]yper[T]ext [T]ransfer [P]rotocol) para localizar la página solicitada, la que puede contener enlaces, vínculos o links (préstamo del inglés), con la homepage o página inicial (préstamo y calco del inglés, respectivamente), el cual se identifica –en ocasiones– por un ícono que suele ser una pequeña casa. Cuando se trata de referencias entre varias páginas de la red, el enlace se denomina hipervínculo y/o hyperlink.
La amplia difusión de la información en la red ha condicionado la creación del buscador (calco del inglés search engine), el cual es una página especializada que despliega un índice de contenidos, para facilitar las direcciones específicas. Algunos de los más utilizados son Yahoo! y Google. El primero fue creado en 1994 por David Filo y Jerry Yang en la Universidad de Stanford, y hace recordar una interjección utilizada por los cowboys. Además, es el acrónimo de ([Y]et [A]nother [H]ierarchical [O]fficious [O]racle), algo así como «Otro Oficioso Oráculo Jerárquico Más». El segundo –concebido por Larry Page y Sergey Brin en 1998– constituye un juego de palabras que proviene del término matemático googol (10100), y se ha hecho tan popular que en inglés se usa el verbo to google, cuyo significado es ‘utilizar Internet’.
En la adquisición de nuevos términos, el idioma puede importar tanto el significante como el significado. En este caso, adaptará su ortografía siempre que sea necesario o mantendrá la forma original. Si, por otra parte, interesa solo el significado, se preferirá el calco. No obstante, estos procedimientos no resultan sencillos, puesto que la aceptación de un neologismo también depende de la existencia de variedades dialectales en los diversos países de habla hispana, lo que propicia las divergencias al nombrar un concepto. Por tales motivos, al calificar las máquinas electrónicas, analógicas o digitales que utilizan de forma automática los programas informáticos, los ibéricos se refieren al ordenador; mientras que los hispanoamericanos prefieren computadora, antes que computador, PC ([P]ersonal [C]omputer) o computadora personal (calco de [P]ersonal [C]omputer). Algo similar sucede con la denominación de la ciencia en sí, puesto que en España está más extendida la expresión Informática, proveniente del francés informatique, a partir de la unión de information y automatique. Sin embargo, en América es más frecuente escuchar Computación como equivalente de Informática. Según el DRAE, la expresión difundida en Latinoamérica proviene del latín computatĭo, -ōnis y en su primera acepción se refiere al cómputo, a la cuenta, al cálculo.
En cuanto a la derivación, en la muestra se incluyeron verbos derivados de sustantivos y verbos del inglés, los que se conjugan según las reglas gramaticales del español y terminan en -ar o -ear: formatear (format), cliquear (click), deletear (delete), rutear (router[17]), chatear (chat), resetear (reset), crackear (crack) y banear[18] (ban).
Igualmente, se identificó dos sustantivos derivados en los que se emplea el prefijo tele- (de origen latino), estos fueron: telecomunicación y teleprocesamiento. En el caso de telemática[19], en diacronía, se considera un calco del inglés telematics (tele– + informatics); sin embargo, en sincronía, se podría clasificar como un término derivado.
Además, se comprobó que para denominar el área de almacenamiento temporal en memoria de los sistemas de Windows® se emplea la composición portapapeles, la cual proviene de la voz inglesa clipboard (tablilla o carpeta con sujetapapeles[20]). En diacronía, el término es un calco de una composición; mientras que, en sincronía, el hablante desconocedor del vocablo en inglés lo interpreta como una composición al combinar una forma verbal (porta) y un sustantivo (papeles).
En cuanto a la creación, en el vocabulario especializado de la Informática proliferan las siglas y los acrónimos como formas reducidas de expresiones complejas y, por tanto, variantes denominativas de los términos. Aunque casi todas provienen del inglés y son adoptadas como préstamos en español, en la lengua española surgieron los vocablos infografía (de informática y -grafía) y ofimática (de oficina e informática).
Con respecto a las lexicalizaciones, se analizaron seis casos, los que se conforman a partir de diversas categorías de palabras. Tres de ellos respondieron a la estructura forma verbal + complemento directo, y tuvieron como núcleos los infinitivos dar o hacer: dar o hacer un click, dar o hacer ping, dar palo[21] y dar formato. Las dos construcciones restantes, estructuradas a partir del esquema sustantivo núcleo + complemento preposicional, fueron papelera de reciclaje, barra de herramientas y cuadro de diálogo.
Al analizar las principales causas del cambio semántico, se identificó algunos términos en cuya formación se establecen relaciones de contigüidad:
- CPU ([C]entral [P]rocessing [U]nit): periférico que contiene en su interior toda una serie de elementos, entre ellos el microprocesador. Además, esta sigla posee una segunda acepción metonímica (microprocesador), del tipo el todo por la parte.
- Fax (Del ingl. fax, abreviatura de facsimile, facsímile). Sistema que permite transmitir a distancia por la línea telefónica escritos o gráficos (DRAE). Por contigüidad, se denomina fax al documento recibido por esta vía.
- Hosting: servicio de alquiler de un servidor –calco del inglés server– externo para alojar información de todo tipo y ponerla a disposición de los navegantes de Internet. Por contigüidad, a dicho servidor se le llama hosting.
Asimismo, en el léxico especializado de la Informática se identificó palabras que por analogía adquirieron una nueva acepción con la marca Informática:
- Compilador, ra. (Del lat. compilātor, -ōris). || 2. Inform. Programa que convierte el lenguaje informático empleado por el usuario en lenguaje propio del computador.
- Editor, ra. (Del lat. edĭtor, -ōris). || 2. Inform. Dicho de un programa: Que permite redactar, corregir, archivar, etc., textos registrados en ficheros de símbolos.
- Lector, ra. (Del lat. lector, -ōris). || 3. Dicho de un dispositivo electrónico: Que convierte información de un soporte determinado en otro tipo de señal, para procesarla informáticamente o reproducirla por otros medios. Unidad lectora, lector de casetes, de CD-ROM.
- Alimentador, ra. 1. Que alimenta. || 2. Parte o pieza de una máquina que le proporciona la materia o la energía necesaria para su funcionamiento. Según el DRAE, por analogía, el alimentador es la parte o pieza de una máquina que le proporciona la materia o la energía necesaria para su funcionamiento; sin embargo, es más frecuente escuchar el término fuente de alimentación o power.
- Densidad. (Del lat. densĭtas, -ātis). Cualidad de denso. || 4. Inform. Número de bites que puede registrarse en un sistema de almacenamiento de memoria.
Aunque los criterios más tradicionales de la terminología defienden la idea de la univocidad absoluta, es decir, que a cada concepto se le asigne un solo término y a cada término un solo concepto; las teorías modernas demuestran que la existencia de fenómenos como la sinonimia (variación léxica), la polisemia, la homonimia, entre otros, son un hecho real de los lenguajes de especialidad.
De los tres fenómenos mencionados, el más frecuente es la sinonimia, la cual ocurre cuando un solo significado es expresado por dos o más significantes distintos, tal y como sucede con los términos file, archivo, carpeta y fichero (empleados para referirse al espacio de almacenamiento de información); comprimir, zipear (de zip), compactar y emepetrear (de MP3); PC, ordenador y computadora; bocinas y speakers; e-mail y correo (electrónico); mouse y ratón; pantalla y display; y tarjeta o placa madre y motherboard.
En estas secuencias sinonímicas, los elementos han sido creados mediante los diversos mecanismos lingüísticos de formación léxica.
Por otra parte, la polisemia y la homonimia, a pesar de ser menos frecuentes que la sinonimia, también están presentes en el léxico informático. Sin embargo, en otras áreas más específicas de esta ciencia multidisciplinar resulta más frecuente la relación semántica entre los términos, la transferencia de vocablos y conceptos de un campo a otro y el desarrollo de significados secundarios o derivados, a través de procesos de abstracción o de asociación.
Por tales motivos, se debe reconocer el continuo intercambio conceptual que se establece entre los elementos propios del sistema del vocabulario especializado de la Informática, el cual condiciona la aparición de un fenómeno descrito por Cabré (1998) y Gómez (2005:63): la pluriterminologización (la entrada de unidades especializadas de un ámbito a otro).
En sincronía, existe un caso de homonimia en el préstamo software, ya que este se refiere a una aplicación informática, y también puede ser un paquete de herramientas, un simple programa o los componentes lógicos de la computadora (sistema operativo). Otro ejemplo es el término back-up, el cual posee dos acepciones: 1) copia de seguridad de los ficheros en un soporte magnético; 2) dispositivo que facilita una energía extra para salvar las aplicaciones antes de que se apague el sistema (también conocido como UPS).
De acuerdo con el DRAE, se denomina procesador a la unidad central de proceso, formada por uno o dos chips, la cual también se conoce como CPU o microprocesador (término que se refiere, específicamente, al circuito constituido por millares de transistores integrados en un chip, que realiza alguna determinada función de las computadoras). Asimismo, son procesadores los programas utilizados para el procesamiento de datos (procesador de datos) y el tratamiento de textos (procesador de textos).
El término lenguaje, con marca Informática, proviene del inglés language y no del provenzal lenguatge. Esta palabra se aplica al conjunto de signos y reglas que permite la comunicación con un ordenador. Sin embargo, hace alusión, además, a otros lenguajes de programación que intervienen en el funcionamiento del ordenador: el lenguaje de alto nivel, el lenguaje de bajo nivel y el lenguaje máquina.
Por otra parte, ejemplos de polisemia son el sustantivo archivo y el infinitivo formatear. El primero presenta dos acepciones en el DRAE con marca Informática, la quinta: espacio que se reserva en el dispositivo de memoria de un computador para almacenar porciones de información que tienen la misma estructura y que pueden manejarse mediante una instrucción única; y la sexta (por contigüidad): conjunto de la información almacenada de esa manera. En el caso del segundo término ocurre algo similar, ya que sus dos acepciones poseen marca Informática (1. Dar un formato o presentación a una tabla numérica o a un documento. || 2. Dar formato a un disco).
De forma general, la presencia de estos fenómenos se manifiesta en mayor medida cuando disminuye el grado de especialización de los hablantes, puesto que se emplea con frecuencia palabras de la lengua general, las cuales son más polisémicas. Según lo planteado por Cabré (1993), aunque la polisemia del léxico común se resuelva en terminología como una homonimia, dentro de una misma materia temática una forma puede estar relacionada con más de un significado e incluso indicar más de un concepto.
Conclusiones
El vocabulario informático posee numerosos tecnicismos propios de esta disciplina que otorgan precisión y objetividad, en aras de evitar la ambigüedad en la comunicación. Sin embargo, en este léxico la relación entre el significado y el significante no siempre es unívoca (término que implica monosemia y mononimia de la unidad léxica) ni monorreferencial (un término solo designa un objeto), ya que, como consecuencia de los diversos procedimientos lingüísticos y el trasvase de palabras del ámbito profesional al común y viceversa, se establecen conexiones de sinonimia, homonimia y polisemia.
Los neónimos surgen por necesidades denominativas y, aunque en el ámbito de la Informática proliferen los anglicismos, existen términos formados por estructuras sintagmáticas y formas derivadas, compuestas por prefijos cultos de origen grecolatino.
El empleo de los anglicismos, en forma de préstamos o de clacos, se ha generalizado en el léxico especializado de la Informática; sin embargo, es necesario mantener la vitalidad y competitividad del español como lengua científica.
Referencias bibliográficas
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Ullmann, Stephen. Semántica. Introducción a la ciencia del significado. Editorial Aguilar, Madrid, 1967.
[1] DRAE: onomasiología. (Del gr. ὀνομασία, denominación, y -logía). f. Rama de la semántica que investiga los significantes que corresponden a un concepto dado.
[2] DRAE: semasiología. (Del gr. σημασία, significación, y -logía). f. semántica. || 2. Estudio semántico que parte del signo y de sus relaciones, para llegar a la determinación del concepto.
[3] Préstamo que imita el esquema o la significación de una palabra o locución extranjeras, y no su entidad fonética. (Carreter, 1953: 63). Esta definición prácticamente coincide con la de calco semántico; no obstante, en esta investigación se delimitó las fronteras entre préstamo y calco, son dos mecanismos de formación léxica diferenciados.
[4] DRAE: bloc. Conjunto de hojas de papel superpuestas y con frecuencia sujetas convenientemente de modo que no se puedan desprender con facilidad.
[5] De acuerdo con el Diccionario panhispánico de dudas, es preferible usar las opciones que existen en español como equivalentes del término e-mail.
[6] Según el DRAE, kilo- significa ‘mil (103) veces’; mega-, ‘un millón (106) de veces’; giga-,’mil millones (109) de veces’; tera-, ‘un billón (1012) de veces’ y peta-, ‘mil billones (1015) de veces’.
[7] Demo: versión demostrativa de un programa informático o de una grabación musical utilizada con fines de promoción.
[8] Tanto las bocinas como el teclado se utilizaron en otros contextos, como por ejemplo en la música y en las máquinas de escribir, antes de pasar por una relación de analogía al mundo de la Informática.
[9] DRAE: aplicación. 4. Inform. Programa preparado para una utilización específica, como el pago de nóminas, formación de un banco de términos léxicos, etc.
[10] Tanto en español como en inglés hay motivación metonímica en la elección de las denominaciones.
[11] Otras expresiones equivalentes al término memoria son: RAM, main memory, main storage, primary storage, read/write memory, core y core storage.
[12] Este es un falso amigo, que, según el DRAE, se refiere a cada una de las dos palabras que, perteneciendo a dos lenguas diferentes, se asemejan mucho en la forma, pero difieren en el significado.
[13] URL, creación en inglés y préstamo en español.
[14] Navegador, ra. (Del lat. navigātor, -ōris). adj. Que navega. U. t. c. s.
[15] Explorador, ra. (Del lat. explorātor, -ōris). adj. Que explora. U. t. c. s.
[16] Protocolo. (Del lat. tardío protocollum ‘primera hoja de un documento con los datos de su autentificación’, y este del gr. bizant. πρωτόκολλον prōtókollon). 5. m. Inform. Conjunto de reglas que se establecen en el proceso de comunicación entre dos sistemas.
[17] En español se puede emplear el anglicismo router como un préstamo adaptado (rúter) o utilizar los equivalente enrutador y encaminador.
[18] En español el término banear posee como equivalentes los verbos bloquear, suspender, prohibir o restringir.
[19] Telemático, ca. La forma f., del ingl. telematics, acrón. de tele- ‘tele-1’ e informatics ‘informática’. Inform. y Telec. Aplicación de las técnicas de la telecomunicación y de la informática a la transmisión de información computarizada.
[20] Término compuesto por la forma verbal sujeta y el sustantivo papeles, el cual se refiere, como su nombre lo indica, a una pinza que se utiliza para sujetar papeles.
[21] Término de carácter popular que se utiliza para indicar que el sistema se bloqueó. El verbo bloquear proviene del francés bloquer, y significa interceptar, obstruir, cerrar el paso; así como impedir el funcionamiento normal de algo.